
Maila López Viñas
Presentación de los entrevistados
Carles Esquembre
Autor de cómic, músico e ilustrador formado en la Escola Joso de Barcelona. En 2016 publicó Lorca. Un poeta en Nueva York (Panini cómics), obra que suma ya su quinta edición, recién adquirida por el Grupo Planeta. En 2018 publicó La Brigada Lincoln (Panini cómics). En 2022 publicó Las tres heridas de Miguel Hernández (Planeta cómic). En 2023 realizó las ilustraciones para el documental Las tres muertes de Teófilo del Valle (Marallavi films), que se encuentra en estos momentos recorriendo festivales de cine en Europa.
Manuel de Juan Navarro
Guionista y director del documental Las Tres muertes de Teófilo del Valle (2023). Un trabajo de investigación sobre los trágicos sucesos de febrero de 1976 en los que la policía asesinó a un joven trabajador en Elda.
De formación jurídica y económica, ha trabajado varias décadas en la administración pública donde impulsó el organismo provincial Suma en Alicante y otros proyectos de modernización de la administración española.
Es miembro de la Acció Ciutadana contra la Impunitat del Franquisme, socio de CEAQUA – Querella Argentina. Ha coordinado el libro MIQUEL GRAU 53/1977 (2019), junto a Llum Quiñonero.
El director Manuel de Juan Navarro y el ilustrador Carles Esquembre han unido sus talentos para crear Las tres muertes de Teófilo del Valle, un documental estrenado en 2023 que refleja las trágicas circunstancias en las que fue asesinado el joven Teófilo del Valle, el 24 de febrero de 1976, en Elda. Su principal finalidad es denunciar los hechos, despertar la conciencia crítica de los espectadores y fomentar el interés por la Memoria Histórica entre el público. El documental reconstruye los sucesos acaecidos aquella noche en la que los grises atentaron contra la vida del protagonista, disparándole por la espalda. A sus veinte años, Teófilo fue asesinado por haber participado activamente en las luchas sindicales del sector del calzado, en los años setenta.
La película cuenta con varias entrevistas realizadas a familiares, amigos, juristas y políticos relacionados con el caso. Estas se complementan con extractos de la prensa de la época, gracias al exhaustivo proceso de investigación llevado a término por el director y guionista del proyecto. Debido a la escasa conservación de fotografías y documentos gráficos, ha sido necesaria la reconstrucción de los hechos a través de las ilustraciones de Carles Esquembre, quien, recurriendo a su dominio técnico, ha sido capaz de reflejar a la perfección los últimos y desoladores momentos de la vida de Teófilo. La calidad de las ilustraciones trasciende la virtud técnica, pues, gracias a la implicación emocional del dibujante en el documental, la historia logra conmover al espectador y traspasar los límites de la pantalla.
Justicia, reparación y paz son las tres exigencias democráticas que los autores de este documental reclaman.
Los datos resultan estremecedores. Más de diez mil personas acudieron al entierro de Teófilo y cerca de veinticinco mil manifestantes tomaron las calles para denunciar el caso y reivindicar el procesamiento de Daniel Aroca del Rey, el policía que perpetró el asesinato. Por desgracia, este fue uno de los muchos crímenes que quedaron impunes por la Ley de Amnistía de 1977. Justicia, reparación y paz son las tres exigencias democráticas que los autores de este documental reclaman, en solidaridad con los familiares de Teófilo, pues únicamente sanando las heridas del pasado podremos mejorar nuestro presente y avanzar en auténtica concordia hacia el futuro. Solo respetando los Derechos Humanos y enmendando los errores del pasado podremos hacer del mundo un lugar mejor. Y proyectos como este, que aúnan la labor investigadora y artística, son, sin duda, la mejor forma de presentar querellas para identificar y castigar a los verdugos del Franquismo.
P. ¿Por qué decidiste investigar el caso de Teófilo del Valle para realizar el documental?
R. Manuel. Durante la Transición yo estaba comprometido en el mundo reivindicativo, sindical y político de Elda. Y recuerdo que me afectó mucho saber que en unas movilizaciones obreras, en las que yo participaba, la policía había asesinado a un chico joven. No sabíamos exactamente cómo había sido aquello. Sabíamos que lo habían matado, pero no sabíamos en qué circunstancias había tenido lugar el asesinato. Era muy importante averiguar la verdad porque la historia no puede sostenerse a base de encubrimientos y mentiras, y más en una época como la Transición. Entonces era un tema que yo tenía pendiente. Y llegó un momento en el que yo tenía tiempo para poder hacerlo y me puse manos a la obra.
P. ¿Qué acogida está teniendo el documental en las sesiones de proyección que se han realizado hasta ahora?
R. Manuel. Te voy a responder a dos cosas, a la acogida del documental y a la acogida de las ilustraciones de Carles Esquembre. El documental está siendo, yo creo, muy bien recibido. Ya llevamos unas veinticinco proyecciones en Elda, Valencia, Alicante y Madrid. Y, además, multitud de asociaciones, pueblos y ciudades me han llamado para que se proyecte. Y, vinculándolo con lo que son las ilustraciones, hay que tener en cuenta que, en aquella época, en el año 76, no había vídeos de aquellas acciones que pasaron ni de las cargas policiales ni de, por supuesto, el momento de la muerte de Teófilo. Con lo cual, la incorporación de las ilustraciones de Carles ha permitido recrear todas esas escenas y dar veracidad a los momentos más dramáticos de la muerte de Teófilo.
P. ¿Cuánto tiempo os llevó la realización del documental?
R. Manuel.— Yo tuve la idea en 2021, en un acto al que vino la Concejala de Memoria Democrática a llevarle unas flores a Teófilo. Y los de À-Punt me preguntaron qué opinaba sobre lo ocurrido y dije que era un caso que había que investigar, que se trataba de un asesinato con muchas incógnitas. Entonces ahí empezó, con esa idea, en febrero de 2021, y se estrenó en abril de 2023. Y hay trabajadores que se han implicado muchísimo. Carles ha dedicado mucho tiempo para sacar este proyecto adelante, que yo creo que es muy digno y de mucha calidad. Y esperemos que siga difundiéndose.
P. ¿Cuáles han sido, desde tu punto de vista, los errores más graves que se han cometido durante la Transición democrática? ¿Cómo crees que se podrían enmendar esos errores?
R. Manuel. El problema es que en el año 75 la Dictadura Franquista estaba intacta. La policía y el ejército no sufrieron ningún proceso de cambio: recordemos que en el año 81 dieron un golpe de estado. Cualquier intento de rebelión antifranquista era reprimido por el gobierno. En esos años, hubo más de 200 muertos a manos de la policía por cuestiones ideológicas. Cuando en el 77 se hizo la Ley de Amnistía la intención era sacar de la cárcel a todos aquellos que estaban en prisión injustamente. Y resulta que amnistiaron también a los franquistas. O sea, que la Ley de Amnistía suponía sacar a los presos demócratas de las cárceles y olvidarnos de los crímenes del Franquismo. Entonces habría que cambiar la Ley de Amnistía. Habría que introducir elementos que permitieran investigar casos como el de Teófilo. Lo que se está intentando es presentar al poder judicial diferentes querellas para denunciar los asesinatos y las torturas de la Dictadura.
P. ¿Por qué piensas que hemos tardado tantos años en romper el silencio y presentar querellas contra los crímenes del Franquismo?
R. Manuel. Yo creo que fue porque los cuarenta años del Franquismo fueron cuarenta años de terror. Ten en cuenta que el régimen del Franquismo consistió en aniquilar al enemigo. En todas las familias de izquierdas el silencio se impuso por supervivencia. Pero, hoy en día, existe esa necesidad de hacer justicia y recuperar la memoria de las víctimas del Franquismo. Es terrible que todavía siga habiendo problemas para señalar a los franquistas, solo hay que ver el caso de Baena Tocón investigado por Juan Antonio Ríos Carratalá, el catedrático de la Universidad de Alicante. Hay que hablar de estos temas y sacarlos a la luz porque hay que construir la democracia sobre la verdad y sobre la justicia. Es una labor complicada, pero hay que hacerla.
La historia no puede sostenerse a base de encubrimientos y mentiras
P. ¿En qué artistas te has inspirado para realizar las ilustraciones de este documental?
R. Carles. Cuando Manuel me conoció fue en una presentación del libro de Miguel Hernández y, al ver las ilustraciones en blanco y negro, me comentó que ese tipo de dibujo encajaría muy bien a la hora de ilustrar el documental. Los referentes en los que me inspiré fueron muy diversos, entre ellos destacaría a novelistas gráficos como Alberto Breccia y Mike Mignola, que juegan con las luces y las sombras. En lo que respecta a la técnica, había que hacer algo muy sintético, que provocara un gran impacto en el espectador. Era un proyecto complejo porque estaba a caballo entre la imagen estática y la frecuencia animada.
P. ¿Cuáles son, desde tu punto de vista, las diferencias más destacadas entre la elaboración de novelas gráficas y la creación de ilustraciones en movimiento para un documental?
R. Carles. A diferencia del documental, en la novela gráfica tienes unos momentos de elipsis que tienes que rellenar con la imaginación del lector, porque las viñetas están separadas por lo que se denominan “calles”. Para hacer un cómic tienes que utilizar otro tipo de recursos narrativos específicos. Decía el autor Seth que, en realidad, el cómic se parece más a la poesía que al cine, porque vas creando una yuxtaposición de imágenes que van estimulando la imaginación del lector, al igual que sucede en los versos y en los poemas.
P. La Memoria Histórica es un motivo recurrente en tus obras. ¿Por qué consideras que es importante hablar de ella a través del arte?
R. Carles. Yo pienso que el arte, los libros y las películas son necesarios para dar voz a gente que ha sido asesinada y silenciada. Es la empatía lo que me mueve. Este tipo de trabajos ayudan, tanto a nivel simbólico como historiográfico, a dar vida a aquellas personas que fueron asesinadas. Y sirven para que reflexionemos sobre las injusticias. Somos el único país en Europa que no ha homenajeado a la resistencia. El único. Es que es terrible. El documental lo han visto cerca de tres mil personas, es una forma más directa de llegar a la gente.
P. ¿Cómo surgió la colaboración entre vosotros para llevar a término este proyecto?
R. Carles. Pues precisamente en este mismo lugar en el que estamos, en la Librería Pynchon. Manuel vino un día a ver la presentación del libro de Las tres heridas de Miguel Hernández. Y ese mismo día me comentó que estaba trabajando en un documental de Teófilo del Valle y que le gustaría colaborar conmigo.
P. ¿Qué ha sido lo más complicado de este proyecto para cada uno de vosotros?
R. Manuel. Yo creo que donde yo tenía más dudas era en cómo contar bien esta historia. Eso me parecía que era el quid de la cuestión. Había que crear una tensión que se mantuviera hasta el final y eso requiere de unas técnicas que solamente si has estudiado guion, puedes hacerlo. Si no haces un buen trabajo narrativo, es muy difícil empatizar con la historia.
Carles. Para mí lo más complejo fue la labor de coordinación. Todo empezó con el proceso de preproducción y localización, como si se tratara de cine. Hubo una primera parte del trabajo que consistió en visitar los lugares y fotografiarlos. Luego también he pasado muchas horas en mi estudio dibujando y trabajando solo. Me he implicado mucho profesional y personalmente.
P. ¿Qué ha supuesto para vosotros la creación y la publicación de este documental, desde el punto de vista personal y desde el punto de vista profesional?
R. Carles. Para mí lo mejor ha sido la creación de este maravilloso equipo de trabajo, que espero que dure muchos años.
Manuel. A mí me ha conectado con mucha gente de aquella época y con el movimiento memorialista. Si alguien tiene una historia que averiguar y que contar, que la averigüe, que la escriba y que la cuente. Hay cosas de la memoria de nuestras vidas y, sobre todo, de la memoria democrática que es fundamental que salgan a la luz y que les dediquemos lo mejor de nuestro tiempo y lo mejor de nuestro talento.
Este tipo de trabajos ayudan, tanto a nivel simbólico como historiográfico, a dar vida a aquellas personas que fueron asesinadas.
P. ¿En qué nuevos proyectos estáis trabajando cada uno de vosotros en este momento?
R. Carles. Yo estoy a punto de publicar una novela gráfica sobre los hermanos Machado. Esto cierra una saga de tres libros que dialogan entre sí, que forman parte de un mismo universo y que pueden leerse en conjunto: Lorca. Un Poeta en Nueva York, Las tres heridas de Miguel Hernández y Los Hermanos Machado. Destacaría, además, la simbología de los tres colores de las portadas: el amarillo de Lorca, el rojo de Hernández y el morado de los Machado.
Manuel. Yo en estos momentos sigo con el proyecto de Teófilo y con las proyecciones en diferentes cines de España. Tengo muchos congresos pendientes, vamos a presentar la querella y vamos a escribir un libro sobre la represión que hubo en Elda en el contexto de la Transición y las luchas obreras.
P. ¿Cuál era vuestra finalidad al elaborar el documental?
R. Carles. Para mí estar a la altura. Yo me he implicado técnica y emocionalmente todo lo que he podido y más. Y quería honrar a la familia sobre todo y a los que estuvieron allí. Y agradecerles la confianza puesta en mí. Honrar la memoria de Teófilo y de sus familiares y amigos: esa era mi finalidad.
Manuel. Para mí lo más importante ha sido el encuentro con la familia, el haber conocido a los hermanos y haberles ayudado a descubrir la verdad. Porque esa historia no se había contado. Y esa es un arma que utiliza la represión: el no dejarte saber la verdad para atormentarte a ti y a tus familiares. Y cuando descubres eso es terrible: que nos han robado hasta la verdad de los hechos. Entonces para mí descubrir todo eso y vivirlo en las personas que lo sufrieron ha sido una experiencia única.